EL FERROCARRIL ZARAGOZA- UTRILLAS (1904-1966)
A principios del siglo XX, cuando el desarrollo de las carreteras era deficiente en muchas zonas, la inauguración del ferrocarril de vía estrecha Zaragoza- Utrillas supuso un notable progreso para los pueblos que se encontraban en su trayecto al acercarlos a Zaragoza y entre si, aunque el motivo principal de su construcción fuera el transporte del carbón procedentes de las minas de Utrillas y Montalbán.
El 1 de mayo de 1900, la sociedad “Minas y ferrocarriles de Utrillas” comenzaba las obras para construir la vía férrea, estando concluida en tres años y cinco meses, según proyecto de don Francisco Bastos. Fue necesario abrir un túnel y tender dos viaductos (construidos por la Maquinista Terrestre y Marítima, como podía leerse en unas placas colocadas a la entrada de los puentes) para salvar los barrancos de la Hoz y del río Aguasvivas, cerca de Belchite. En las proximidades de la Puebla de Albortón se encontraba la llamada “curva de la herradura”. A lo largo de ciento veinticinco kms se hallaban las estaciones de Zaragoza, Torrecilla de Valmadrid, Valmadrid, La Puebla de Albortón, apeadero de Nuestra Señora del Pueyo, Belchite, Lécera, Muniesa, Plou, Segura de Baños, Vivel del Río Martín, Martín del Río y Utrillas.
José H. Polo (revista REALIZACIONES, Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, a la que pertenece la fotografía del puente de hierro sobre el río Aguasvivas) dice que la inauguración tuvo lugar en septiembre (el 20 se firmó el acta de recepción de las obras) y añade que diversas personalidades viajaron en el nuevo ferrocarril el 29 de septiembre de 1904, acompañadas por el gerente de la Compañía, señor Baselga, y el ingeniero, señor Pérez Forniés. En la comitiva oficial estaban el arzobispo don Juan Soldevila (que bendijo las instalaciones) el de Obras Públicas y el ingeniero de la División.
El auge del transporte por carretera determinó el descenso de este ferrocarril a partit de 1955. En los últimos años de funcionamiento, recuerdo que en la época de verano subía a la estación de Belchite, con una de mis hijas, de pocos años, para contemplar la llegada del tren de viajeros que todavía circulaba dos veces por semana. En tiempo normal, salía de Zaragoza a las 8 h, llegaba a Belchite a las 10 h. y a Utrillas a las 14 h. De vuelta, pasaba por Belchite a las 17 h. para llegar a Zaragoza a las 19 h.
El 31 de marzo de 1966 cesó definitivamente de funcionar.
Uno de los viaductos salvaba la barrancada por cuyo fondo discurre cansino el río Aguasvivas. Se encontraba poco después de salir de la estación de Belchite, en dirección a Lécera, junto a la casilla del Amutel. Todavía pueden verse los estribos y las dos pilastras de piedra, firmes, como dos vigilantes.
JULIO MARTÍN BLASCO