Y desde sus rectas y amplias calles, en contraste con los 0bscuros callizos de laberíntico trazado de antes; y desde sus soleadas terrazas y espléndidos balcones y ventanas, en oposición a sus antiguos ventanucos, contemplarán, allí próximo, al esqueleto de su pueblo natal, cuyos agujeros y huecos negros, de tanta herida, semejarán las cuencas vacías de los ojos de infinitos cráneos. Mas a pesar de todo, los vecinos de esta generación no podrán nunca hacerse a la idea de que el Belchite viejo no exista y sea un cadáver. Lo verán siempre grave y serio, sí, y enlutado, pero alzándose paternal por encima del riente pueblo nuevo, su vástago... Porque en el pueblo nuevo estarán el Monumento a la Victoria, El Parque y la Avenida X; pero en la "casa solariega", en el "desván" [pueblo viejo], habrán quedado la "Calle del Emparrado", "El Chicul", la "Calle de las Monjas" y "La Puert del Pozo"
EMILIO OLIVER ORTIZ. "Emociones de un sitiado". Editorial AMALTEA. Barcelona, 1942
3 comentarios:
Cometí el error de dejar el libro y ahora es imposible encontrar ejemplares. REcuerdo un capitulo con especial cariño, el que hablaba de Convento de San Rafael, ya que hablaba de mi abuela, Concha "la Morena", ojalá algún día lo insertéis en este estupendo blog. Un saludo
Amigo Juan Carlos: Te prometo reproducir el artículo sobre el convento de san Rafael de las MM Dominicas. Si me mandas tu dirección, te avisaría. Tuve la satisfacción de saludar a tu abuela. Una gran persona. Mi tía Alegría (quien me contó las travesuras de tu abuela) todavía vive.
Amigo Juan Carlos: Como verás, ya está cumplido tu deseo. Recibe un cordial saludo
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