LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS
A principios del siglo XVIII existía en Belchite, junto al río Aguas Vivas, una ermita dedicada a las Almas del Purgatorio, conocida con el nombre de Casa de las Almas.
Según nos cuenta el P. Faci (Aragón Reyno de Christo y Dote de María Santísima) el ermitaño Domingo Lacosta hacía frecuentes salidas por la región para recoger limosnas. En una de ellas, llegó hasta la ciudad de San Felipe (antes Játiva) en Valencia. Allí encargó una copia de la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados. Salió tan perfecta que los fieles de Játiva deseaban quedársela pero Domingo la llevó a Belchite, donde fue recibida con grandes muestras de entusiasmo y fervor el 7 de septiembre de 1704.
Después de ser venerada en la parroquia durante tres días, en solemne procesión fue bajada a la ermita de las Almas que, desde entonces, recibió en nombre de Nuestra Señora de los Desamparados.
El P. Faci nos dejó esta descripción: “Es dicha imagen de bulto: tiene Ntra. Sra. en su mano diestra, una Azucena de plata (propia divisa de su título) y en la izquierda sustenta al SS. Niño Jesús: éste está como reclinado sobre el hombro de su Madre y en su siniestra lleva una cruz: a los pies de Ntra. Sra. se ven dos niños abrigados con el manto de esta Celestial Reyna y los mira con ojos misericordiosos, Clementísima, para ampararlos…”
La imagen de la Virgen (de un metro y sesenta centímetros) era de talla, pero se vestía de blanco, con bordados de oro, en las grandes solemnidades. Tenía a los pies un relieve del Purgatorio en recuerdo del título de la antigua ermita. El 8 de septiembre de cada año, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora, se celebraba la llegada de la imagen a Belchite y el segundo sábado de mayo (Nuestra Señora de los Desamparados) la fiesta principal.
Junto a la ermita de los Desamparados, fundó el arzobispo Pérez de Araciel el Seminario Sacerdotal en 1726 y, años más tarde, en 1866, el arzobispo García Gil el Seminario Menor que permaneció hasta su destrucción en 1937.
La imagen desapareció en la guerra civil de 1936-1939 (septiembre de 1937) y se supone sería destruida. Hacia el año 1946, los Hermanos Albareda hicieron, en su taller de Zaragoza, una copia para el Seminario de Alcorisa (Teruel), en cuya capilla se conserva todavía.
JULIO MARTÍN BLASCO
A principios del siglo XVIII existía en Belchite, junto al río Aguas Vivas, una ermita dedicada a las Almas del Purgatorio, conocida con el nombre de Casa de las Almas.
Según nos cuenta el P. Faci (Aragón Reyno de Christo y Dote de María Santísima) el ermitaño Domingo Lacosta hacía frecuentes salidas por la región para recoger limosnas. En una de ellas, llegó hasta la ciudad de San Felipe (antes Játiva) en Valencia. Allí encargó una copia de la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados. Salió tan perfecta que los fieles de Játiva deseaban quedársela pero Domingo la llevó a Belchite, donde fue recibida con grandes muestras de entusiasmo y fervor el 7 de septiembre de 1704.
Después de ser venerada en la parroquia durante tres días, en solemne procesión fue bajada a la ermita de las Almas que, desde entonces, recibió en nombre de Nuestra Señora de los Desamparados.
El P. Faci nos dejó esta descripción: “Es dicha imagen de bulto: tiene Ntra. Sra. en su mano diestra, una Azucena de plata (propia divisa de su título) y en la izquierda sustenta al SS. Niño Jesús: éste está como reclinado sobre el hombro de su Madre y en su siniestra lleva una cruz: a los pies de Ntra. Sra. se ven dos niños abrigados con el manto de esta Celestial Reyna y los mira con ojos misericordiosos, Clementísima, para ampararlos…”
La imagen de la Virgen (de un metro y sesenta centímetros) era de talla, pero se vestía de blanco, con bordados de oro, en las grandes solemnidades. Tenía a los pies un relieve del Purgatorio en recuerdo del título de la antigua ermita. El 8 de septiembre de cada año, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora, se celebraba la llegada de la imagen a Belchite y el segundo sábado de mayo (Nuestra Señora de los Desamparados) la fiesta principal.
Junto a la ermita de los Desamparados, fundó el arzobispo Pérez de Araciel el Seminario Sacerdotal en 1726 y, años más tarde, en 1866, el arzobispo García Gil el Seminario Menor que permaneció hasta su destrucción en 1937.
La imagen desapareció en la guerra civil de 1936-1939 (septiembre de 1937) y se supone sería destruida. Hacia el año 1946, los Hermanos Albareda hicieron, en su taller de Zaragoza, una copia para el Seminario de Alcorisa (Teruel), en cuya capilla se conserva todavía.
JULIO MARTÍN BLASCO
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