lunes, 26 de octubre de 2009

HIMNO A LA VIRGEN DEL PUEYO DE BELCHITE


HIMNO A LA VIRGEN DEL PUEYO DE BELCHITE

Virgen Santa,
socorro del que llora,
madre mía, que en Belchite
has querido Reina ser.
Para siempre, para siempre,
te aclama el alma mía
por tu honor, por tu gloria
y tu poder.

Gloria, gloria a la Virgen,
flor de las flores,
Reina del cielo,
Madre de amores.
Los belchitanos tus hijos son.
dadnos, dadnos, oh Madre
tu bendición (bis).

Flor nazarena, madre querida,
luz de mi vida, sol de mi amor,
de tu Belchite eres la gloria,
de nuestra historia
sois el honor (bis)

LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL PUEYO DE BELCHITE



“ La Virgen está de pie, o derecha, sobre un pequeño pedestal y mide noventa centímetros desde éste hasta la altura de la cabeza; su ropaje lo forma una larga túnica desde el cuello hasta los pies, ceñida por la cintura, y pende de sus hombros un sencillo manto, que se recoge por debajo de los brazos. Sobre la cabeza lleva una toca o velo pintado de blanco, que recogido a ambos lados, deja ver el expresivo rostro de tan cariñosa Madre el cual aparece todavía más hermoso y agraciado con la diadema, que lleva sobre el velo, terminando con unos florones, como hojas puntiagudas, que vienen a constituir una corona de las llamadas abiertas. Ésta lo mismo que la túnica y manto están dorados, aunque desmayados y borrosos por la acción del tiempo.

El rostro de la Virgen no es negro, como el de algunas imágenes, en que parece se ha querido copiar al pie de la letra lo del Cantar de los Cantares “Negra sum, sed fermosa…” es del color natural y tan hermoso, que sonrie con una expresión mezclada de dulzura y majestad, que nos demuestra el afecto natural de la que representa. En la mano derecha, que es sin duda la parte de la Imagen peor ejecutada, lleva un objeto, que vulgarmente se cree que es una granada, y como tal se ve pintada en cuadros antiguos; pero observado atentamente, parece más propio ser una flor de tulipán por el color y forma de lo que indican sus hojas. Con la mano izquierda sostiene al divino Niño, vestido con túnica azul; tiene éste la mano derecha en actitud de bendecir; la izquierda ocupada con un libro cerrado y los pies desnudos sobre el regazo materno, como se ve en algunas imágenes atribuidas a San Lucas. Finalmente, los pies de la Virgen están calzados con zapatos de forma natural o redonda”. (Joaquín Pintaned Teresa y Emilio Alloza Canfranc. Apuntes Históricos de Nuestra Señora del Pueyo de Belchite. Zaragoza, 1989)

El 17 de agosto de 1985, aprovechando la falta de vigilancia en el Santuario durante las noches, se supone que varios individuos forzaron las cerraduras y robaron la imagen de la Virgen. Desde entonces una copia de la antigua imagen recibe el culto de los fieles que se acercan al Santuario del Pueyo en Belchite.

JULIO MARTÍN BLASCO

sábado, 24 de octubre de 2009

EL TRIPTICO DEL SEMINARIO DE BELCHITE



FRANCISCO ABBAD RÍOS en su obra Catálogo Monumental de España (Zaragoza I. CSIC. Madrid 1957, pág. 278) dice que en el Seminario de Belchite existía un tríptico con escenas de la Epifanía, de la Huida a Egipto y de la Natividad que, según Frieslander, fue hecho por el llamado Maestro Morrisson y remite a la obra de POST A Hystory of Spanish Painting, vol. IV, parte I, pág. 30.

Según Didier Martens (Una huella de Rogier Van Der Weyden en la obra de Bernart de Aras “Pintor vecino de la ciudad de Huesca”) en el Seminario de Belchite (Zaragoza) se conservaba, antes de la Guerra Civil, un retablo con puertas del maestro del tríptico Morrison que, junto con otras pinturas, debía remontarse a los años 1510-1530.

Por un informe del párroco de Belchite, don Felipe Ayala Gil, enviado al arzobispado de Zaragoza en 1902, sabemos que el tríptico medía un metro de altura por ochenta centímetros de ancho [a la vista de la fotografía, deben tomarse estas medidas estando cerrado]. Después de describir las escenas representadas, añade que estaba muy bien conservado y las figuras primorosamente ejecutadas, creyéndose era obra del siglo XVI. En cuanto a su valor material, dice que había sido muy buscado por los anticuarios y que el Sr. Rector del Seminario [don Roberto Solanas] conservaban cartas de alguno de ellos ofreciéndole 5.000 ptas. pero los prelados no habían autorizado su enajenación. No menciona al autor.

También señalaba que en la sacristía de la iglesia del Seminario existía una tabla antigua representando la Asunción de Nuestra Señora pero que su ejecución no podía compararse con la del tríptico.

Don Juan Gasca Saló, que fue párroco de Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza, nos comentaba que el tríptico de la adoración de los Magos, de los pastores y de la huida a Egipto, lo pudo ver y admirar detenidamente muchísimas veces por estar en la entrada de la rectoral y que siempre los estudiantes se quedaban viéndolo porque llenaba muy bien el espacio de la pared.

sábado, 17 de octubre de 2009

El BREVE PONTIFICIO






Ofrecemos una reproducción del Breve de Pío VI para normalizar la situación de Guatemala por la sucesión del arzobispo Cortés y Larraz.

EN DEFENSA DEL ARZOBISPO CORTÉS Y LARRAZ

Don Pedro Cortés envía al Rey su renuncia a la diócesis de Guatemala (31 agosto 1769)

Carlos III comunica al arzobispo Cortés y Larraz que no le acepta la renuncia (5 julio 1770)

Terremoto que destruyó la capital de Guatemala (29 julio 1773)

Se comunica al arzobispo Cortés y Larraz que el Rey ha aceptado la renuncia presentada el 31 de agosto de 1769 (25 septiembre 1777)

Don Cayetano Francos y Monroy es nombrado nuevo arzobispo de Guatemala (26 noviembre 1777)

Reclamación presentada por Cortés y Larraz (4 marzo 1778)

Don Pedro Cortés es obligado a abandonar Guatemala (30 septiembre 1779)

El nuevo arzobispo don Cayetano Francos y Monroy hace su entrada en la nueva capital (7 octubre 1779)

El Papa firma las Bulas nombrando a don Pedro Cortés, arzobispo de Guatemala, para el obispado de Tortosa(13 diciembre 1779)

Las Bulas con el nombramiento de don Cayetano Francos y Monroy se habían extendido considerando que la vacante de Guatemala se había producido por renuncia de su titular (“per renuntiationem factam in manibus nostris”). Pero en realidad, la vacante se produjo (el 13 de diciembre de 1779) por traslado de su titular a Tortosa. Por tanto, se dieron dos situaciones contrarias y, como consecuencia, se obligó a don Pedro Cortés a salir de Guatemala en una fecha en la que todavía era su titular. Y el sucesor tomó posesión de la diócesis de Guatemala antes de quedar vacante.

Por este motivo fue necesario solicitar al Papa la concesión de un Breve Sanatorio, concedido el 28 de diciembre de 1780 y remitido al arzobispo Francos y Monroy (25 marzo 1781) “con especial encargo de que no lo hiciese notorio”. Hasta el 21 de octubre de 1783 no se autorizó su publicación en Guatemala.

Encontrándose don Pedro Cortés en Tortosa recibió, procedentes de Guatemala, copias del Breve Sanatorio y de la Carta Pastoral con que su sucesor lo presentaba a sus diocesanos. Estimando que en dichos documentos no era tratada su persona con la consideración que merecía y que los hechos no se ajustaban a la realidad, solicitó al Rey autorización para escribir en su defensa, en carta de 5 de mayo de 1785. Recibida la autorización el 15 de febrero de 1786, envío desde Zaragoza (donde residía después de su renuncia a Tortosa) el documento que tituló así: “Apología de la Verdad y Justicia vulneradas notablemente y desfiguradas en un papel impreso en la Ciudad de Guatemala a 2 de Abril de1784 bajo la firma Cayetano Arzobispo de Guatemala. La hace el Ilmo. Sr. Dn. Pedro Cortés y Larraz, Arzobispo Obispo de Tortosa”.

Cerró el documento con estas palabras: “Esta es la que apetezco y me ha alentado a tomar este trabajo inoportuno, según las circunstancias en que me veo, postrado en una cama, y esperando la última hora. Hágase la voluntad santísima de Dios con fidelidad, y en todo, así en la tierra como en el cielo. Amen. Zaragoza a 15 de Junio de 1786. Pedro Arzobispo Obispo de Tortosa”.

Don Pedro Cortés y Larraz falleció el 7 de julio de 1786.

En el Breve Pontificio se lee que se informó al Papa que “las Bulas Apostolicas por las que fuisteis instiruido Arzobispo de Guatemala [se refiere al sucesor] fueron aquí despachadas por nosotros en tiempo que costa haber faltado el consentimiento de dimision o renuncia de el Arzobispado de vuestro Antecesor Pedro… y aunque sucediese todo esto sin dolo de persona alguna, por error puramente inculpable y de buena fe…”. Y más adelante, al referirse a la actuación del arzobispo Cortés y Larraz en su defensa: “… ya por haber todos ignorado aquel error, de que procedía la nulidad, ya por haberos recibido con buena fee por su legitimo Prelado…”.

Extremos que difícilmente se pueden sostener si se consultan los datos de la actuación de la Audiencia de Guatemala, que actuó como juez y parte en su enfrentamiento con el arzobispo Cortés y Larraz (Archivo General de Indias. Sección V, Audiencia de Guatemala. Legajo 939) . Y en cuanto a la recepción que tuvo el nuevo Arzobispo, éste manifestaba al Rey, en carta de 6 enero 1781, que todas sus ovejas (a excepción de los Ministros del Rey) le recibieron con positiva repugnancia, con mala voluntad y con odio formal. Y cita la actuación de la plebe, de la nobleza y del clero. Nombra a las personas que le apoyaron: ministros del Supremo Tribunal, Regente, Presidente y tres canónigos. “De ninguno otro he hecho confianza, ni merecido auxilio o protección".

lunes, 5 de octubre de 2009

LA TORRE DE LA IGLESIA DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN (PUEBLO VIEJO DE BELCHITE)



LA TORRE DE LA IGLESIA DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN
( PUEBLO VIEJO DE BELCHITE)

¡Viva Belchite que tiene
Cuatro torres y un Calvario
Y a la orillita del río
Un hermoso Seminario!


A diferencia de lo que sucede con las otras torres, la del convento de San Agustín cuenta con documentación sobre las condiciones de la misma y tiempo de su construcción. Se trata de un documento notarial, fechado en 25 de octubre de 1711, en el que intervinieron (ante Pedro Antonio Aznar) la comunidad del convento de San Agustín y el maestro de obras Juan Faure. A lo largo de 15 puntos se señalan las características, medidas de las obras, gruesos de las paredes y se describen las distintas partes de la torre (cuya cimentación ya estaba hecha), fachada, pórtico y coro de la iglesia, todo según un diseño (que no aparece en la documentación), por el precio de seiscientas cincuenta libras jaquesas.

“Es condición que aya de hazer el zocano de la torre de piedra labrada con los resaltes de las pilastras que llegan hasta el primer cuerpo hasta 8 palmos en alto, y sobre el zocano asentar la vasa anticurva, assi mesmo trabajada de piedra en la forma que señala el perfil.”

Destacan en el primer cuerpo los dibujos geométricos. Un detalle: “El miembro ultimo de la Cornisa sera de piedra mui bien labrada por toda la circunferencia de la torre con un poquito de pendiente para que arroje fuera las aguas”

Pasa a describir el segundo cuerpo, según el perfil, señalando las partes que irán construidas con ladrillo y las que serán de piedra. Aquí se emplea el ladrillo aplantillado o amoldado para conseguir formas redondeadas.

En el tercer cuerpo destacan las ocho columnas, el banquillo y las ocho pirámides de piedra que rematan sobre las pilastras o columnas. Sobre el capitel irá asentada la cruz con su veleta y bola.

“El convento de San Agustín de Belchite (Zaragoza) Datos para su historia (1594-1994). Pág. 59. JULIO MARTÍN BLASCO Y MANUEL BARRUECO SALVADOR (OSA).

JULIO MARTÍN BLASCO