domingo, 13 de diciembre de 2009

EL ARZOBISPO GARCÍA Y GIL Y EL SEMINARIO MENOR DE BELCHITE



EL ARZOBISPO GARCÍA Y GIL Y EL SEMINARIO MENOR DE BELCHITE

Don Manuel García y Gil fue nombrado arzobispo de Zaragoza en 1858, estando rigiendo la diócesis de Badajoz. En 1860 empezó las visitas pastorales en la nueva diócesis. El 24 de septiembre de 1864 salió de la capital para visitar el arciprestazgo de Belchite a donde llegó el 29 de octubre, procedente de Luesma. Tal vez entró en Belchite por el sur y, antes de cruzar el río, contempló el viejo y abandonado edificio del Seminario Sacerdotal que fundara en 1726 el arzobispo Pérez de Araciel. O tal vez alguien le habló de aquel asunto. Desde aquel momento una idea empezó a obsesionarle: restaurar aquel edificio y fundar allí el Seminario Menor, tan necesario para la diócesis, ya que los latinos no cabían en el Seminario de Zaragoza. Antes había pensado establecerlo en los locales del Seminario de San Carlos.

El impacto que la noticia causó en la población de Belchite resulta difícil de imaginar. Pero pronto los incrédulos hubieron de rendirse al ver el ritmo que alcanzaban las obras de rehabilitación del edificio.

En el curso 1866-1867 empezaron los estudios del primer año de latín 29 alumnos. Alguien dejó una nota con los nombres de los naturales de Belchite. Eran éstos: José Madrazo, Miguel Labordeta, Julio Bielsa, Teodoro Bielsa, Manuel Pérez, Pedro Genzor, Martín Garcés, Diego Ordovás, Sebastián Riberés, Juan Calvo, Valero Cortés, Santos Gálvez y Manuel Cólera. Al finalizar el curso, el arzobispo García y Gil, viajó a Belchite para valorar el resultado de su obra. Decidió seguir adelante y así en 1868-1869 funcionaban los tres primeros cursos de segunda enseñanza.

En 1877 los dominicos se hicieron cargo de la dirección del Seminario de Belchite. Había cuatro religiosos sacerdotes y un hermano. Como presidente figuraba el P. Pedro Romero. El arzobispo García y Gil tuvo un trato directo con los seminaristas de Belchite. Años más tarde pensaba en los trabajos que había superado para la reconstrucción del edificio y recordaba la situación de las distintas dependencias. En la planta baja estaban el refectorio, despensa, cocina, portería y sala de visitas. En la otra ala de esta planta se encontraban las clases y la biblioteca. En la primera planta había trece habitaciones para profesores y sala de estudio para los seminaristas y, en la segunda, los dormitorios.

El cardenal García y Gil falleció en 1881. Los dominicos permanecieron en Belchite hasta la finalización del curso 1886-1887. El párroco don Felipe Ayala Gil se encargó de la custodia y administración del Seminario hasta la llegada del nuevo rector don Roberto Solanas Pedraza, quien todavía seguía en Belchite en 1907. En 1898 publicó una nueva edición de la antigua novena a Nuestra Señora de los Desamparados.

JULIO MARTÍN BLASCO

domingo, 29 de noviembre de 2009

EL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PUEYO (BELCHITE)





EL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA
DE NUESTRA SEÑORA DEL PUEYO (BELCHITE)

El templo de Nuestra Señora del Pueyo de Belchite se construyó en 1725 para sustituir a la antigua ermita. En dicho templo destacaba el retablo mayor en donde se hallaba la imagen de la Virgen. La estructura del templo fue respetada en la guerra civil de 1936-1939, pero los altares e imágenes quedaron totalmente destruidos. Se conserva una fotografía, aunque no es de buena calidad.

Abbad Ríos, Francisco (Catálogo Monumental de España. Zaragoza I, pág. 280. Madrid, 1957) nos dice que el retablo mayor era uno de los más acusadamente barrocos de Aragón; de madera dorada, estofada y policromada, se adaptaba perfectamente al cascarón del ábside. Tenía un basamento o banco, dos cuerpos y un ático o remate, todos cuajados de decoración vegetal y figuras de ángeles. Los elementos sustentantes eran columnas salomónicas (que formaban una calle central, dos entrecalles- en el segundo piso- seguidas de otras cuatro calles, dos a cada lado) decoradas con guirnaldas en espiral, de hojas y flores, y estípites sumamente recargados de vegetación. En su opinión, las esculturas son todas muy bastas.

En la parte superior del banco destacaba el sagrario. En el primer piso, formado por columnas y colocadas sobre ricas repisas, estaban, hacia el centro, las imágenes de san Gabriel y san Rafael y, en la parte exterior, las de san Joaquín y santa Ana. En la capilla del centro, adornada de lucido y caprichoso dosel que descubrían dos hermosos serafines, podíamos ver, colocada sobre una nube que sostienen otros, la venerada imagen de Nuestra Señora del Pueyo. Como remate de este primer piso, aparecía la figura del Padre Eterno.

En el centro del segundo piso figuraba la imagen de san José. En las entrecalles que siguen a los dos lados, hay dos niños con herramientas de carpintero. En las calles exteriores, dos a cada lado, se veían las imágenes de san Juan Bautista, san Pedro, san Pablo y san Antonio de Padua con la custodia (aunque no se representa a este santo con ella). En el ático destacaba, entre diversas figuras de ángeles, la imagen de san Miguel. El altar consta que se terminó en 1725 y el dorado en 1732. (Apuntes históricos sobre la santa imagen de Nuestra Señora del Pueyo de Belchite… Joaquín Pintaned Teresa. Zaragoza, 1901).
JULIO MARTÍN BLASCO

domingo, 22 de noviembre de 2009

CUADRO DE CRISTO CRUCIFICADO


CUADRO DE CRISTO CRUCIFICADO

Además del políptico para albergar la imagen de Nuestra Señora del Pueyo confeccionado en 1439 y del tríptico de la adoración de los Magos, que se guardaba en el Seminario, conocemos por el informe de don Felipe Ayala Gil de 1902 que existía en el santuario del Pueyo una tabla (de un metro en cuadro) pintada, que representaba la crucifixión del Señor junto con los dos ladrones y un buen número de asistentes, entre los que destacan la Virgen María, san Juan y las santas mujeres con aureolas doradas y galones rematando sus vestiduras, detalles que señalaban su antigüedad, que se calculaba era del siglo XIII o XIV.

Añadía el informe del párroco que el cuadro (que podría haber pertenecido a algún retablo antiguo) se conservaba en el nuevo Camarín de la Virgen del Pueyo, construido como homenaje de fin de siglo XIX (inaugurado el 9 de abril de 1907).

Elías Tormo y Monzó (Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, t. XVII, Madrid 1909, pp. 1-69) dice que un continuador mucho menos riguroso (que el autor del retablo de santo Tomé expuesto por la parroquia de san Miguel de Daroca) pudo ser el pintor de una tabla del Calvario (1 x 1 m), con más de veinte figuras, realizado hacia 1470 y que expuso también la parroquia de Belchite (Exposición Hispanofrancesa de Zaragoza de 1808-1809).

También se hace mención de esta pintura, como una tabla antiquísima con la imagen de Jesucristo crucificado y otros santos, en Apuntes Históricos de Nuestra Señora del Pueyo de Belchite. (Joaquín Pintaned Teresa y Emilio Alloza Canfranc. Pág. 56, 2ª parte. Zaragoza, 1989) en donde se reproduce el cuadro tomado de la revista Eco de Nuestra Señora del Pueyo. Belchite, 25 de mayo de 1925.

JULIO MARTÍN BLASCO

miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA VIRGEN DEL PORTAL (Pueblo viejo de Belchite)





LA VIRGEN DEL PORTAL

(Pueblo viejo de Belchite)

Intitulación de la capellanía dejada por Pedro de Tardez y María Aragües en la capilla de la Virgen del Remedio (vulgarmente llamada la Virgen del Portal). Cien misas ha de celebrar el capellán, todos los días de fiesta y las restantes, en agosto. Será capellán el pariente más próximo y, como ahora no hay ninguno, lo será el Prior y Religiosos de San Agustín (Cada misa, tres sueldos jaqueses. Año 1693)
La fiesta de la Virgen del Remedio se celebraba el 8 de septiembre (Natividad de Nuestra Señora).
También ese día se celebraba en Belchite la llegada de la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados en 1704.

Texto del documento notarial.
FUNDACIÓN DE LA CAPELLANÍA DE LA VIRGEN DEL
PORTAL (BELCHITE)

“In nomine Jesu. Manifiesto sea a todos que nosotros Juan Altalaguerri, Luis Altalaguerri y Pedro Aragues, infanzones, domiciliados en la villa de Belchite, en nombre y como mejor parte de ejecutores que somos del último testamento de los que son Pedro de Tardez y María Aragues, vecinos que fueron de dicha villa y con el poder a nosotros dado por aquellos en dicho su testamento que lo queremos haber por calendado debidamente según fuero y a mayor honra y gloria de Dios muestro Señor y de la Santísima Virgen María instituimos y fundamos una capellanía si quiere mera celebración de misas, mere laical, en la capilla y so la invocación de la Virgen del Remedio, vulgarmente llamada Virgen del Portal, sita en dicha villa de Belchite y nombramos en primer capellán para celebrar las misas de dicha capellanía al sacerdote más pariente que hubiera de la familia y parentela de nosotros dichos instituyentes y si hubiera dos en igual grado sacerdotes al más antiguo sacerdote con condición y obligación que éste hará de celebrar y celebre las misas en la dicha capilla de la Virgen del Portal que son cien misas a saber es todos los días de fiesta del año y las que faltaren hasta ciento las celebre en el mes de agosto de caridad por cada una dé tres sueldos jaqueses y porque al presente no hay sacerdote que pueda celebrar dichas misas pariente nuestro, nombramos en capellanes para que celebren dichas misas, hasta que hubiera sacerdote pariente nuestro que las celebre, los Prior y religiosos del convento del Señor San Agustín de de dicha villa de Belchite con la obligación de celebrar dichas misas en dicha capilla.
Item nosotros dichos patronos y ejecutores nos reservamos poder y facultad para en caso de no querer dichos religiosos celebrar dichas misas en dichas capilla para nombrar en capellán de dicha capellanía a quien nos pareciere para que celebre dichas misas en dicha capellanía.
Item asignamos y señalamos para el pago de dichas cien misas a los capellanes que fuesen de dicha capellanía trescientos sueldos jaqueses de treudo perpetuo impuestos y cargados por nosotros dichos ejecutores y patronos sobre los bienes de dichos testadores mediante Escritura de imposición hecha y otorgada el presente día de hoy en presencia del notario la presenta recibiente y testificante.
Item caso de no querer pagar los poseedores de dichas heredades y bienes dicho treudo puedan los dichos capellanes que fueren de dicha capellanía respective y le damos poder para comisar dichas heredades y que [……] de pagar dicho treudo en cada un año, con tal que no pueda agenar ni vender aquellos dicho capellán sino que deba darlo a nuevo treudo a cualquiera pariente de nosotros dichos ejecutores […….] si las quisieren.
Item caso de no quererlas dichos parientes, puedan darlos a cualesquier persona que le pareciere con el cargo y obligación de pagar dicho treudo a dicho capellán.
Item por haberse reconocido al presente algún inconveniente de no poderse celebrar dichas misas en dicha capilla, damos como ejecutores y patronos sobredichos poder a los religiosos de dicho convento de San Agustín, capellanes de dicha capellanía, para que puedan celebrar las misas de dicha capellanía en dicho convento de San Agustín, no obstante que dichos testadores disponen que se celebren en dicha capilla [ ……] distante [ ¿ ] la voluntad de nosotros dichos […….] y ejecutores y tan solamente.
Item queremos que dicha capellanía, si quiere mera celebración de misas, sea siempre laical y que esté y sea libre de cuarta décima libre y escusado y que en ella no se pueda entrometer el Señor Arzobispo ni otro oficial eclesiástico y aunque se entrometieren sea de ningún efecto.
Iten nombramos en patronos de dicha capellanía para durante nuestras vidas a nosotros tres dichos ejecutores y patronos y para fenecidos los días de nosotros nombramos a nuestros hijos y descendientes nuestros con tal que no hará […..] los mayores en edad. De todo lo cual fue por mí dicho notario hecho el presente acto público en la villa de Belchite a veintiséis días del mes de diciembre del año contado del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil seiscientos noventa y tres estando presentes por testigos Lucas [¿] Aragues, infanzón, y Salvador Ortín, labrador, vecinos de dicha villa.
Signo de mí Juan Francisco Murillo, residente en la villa de Belchite y con autoridad real por todo el reino de Aragón público notario que a lo sobredicho presente me hallé y cerré”.

S A L V E


S A L V E

-Nuestros clamores
oye, María,
pues te decimos
Salve Regina.
-De ti prendados
todos los hombres
te llaman Mater
misericordiae;
-De mis tristezas
eres consuelo
y en muerte amarga
vita dulcedo.
-Con confianza
de hijos a madre
te saludamos
spes nostra, salve.
-Desde que Mater
de Jesús eres
nos sumus filii
exules Evae.
-En este valle
de lacrimarum,
que nos ampares
te suspiramus.
-Ea pues Virgen
pues sois clemente
tus ojos píos
ad nos converte.
-Y a Jesús fruto
de esse tu vientre
post hoc exilium
nobis ostende.
-De tu clemencia
la fuente beben
los que sedientos
dicen ¡oh clemens!
-Tantas piedades,
Virgen, destilas
que a ti acudimos
diciendo ¡oh pía!
-En amarguras
de aquesta vida
seáis ¡oh dulcis
Virgo María!

-Si a María siempre tienes,
Christiano, en tu corazón
Sé decirte, y con razón,
Que no es dable te condenes:
Grande gloria te previenes
En la perdurable vida
Si con devoción rendida
Avce María dixeres;
Y prontamente añadieres
Sin pecado Concebida.

F I N

Novena a Nuestra Señora de los
Desamparados de la vila de
Belchite… a expensas de don
Josef Cottens, su capellán.
Año 1797

domingo, 15 de noviembre de 2009

LA PARROQUIA DE SAN MARTÍN DEL PUEBLO VIEJO








LA PARROQUIA DE SAN MARTÍN DEL PUEBLO VIEJO

Hoy voy a exponer algunas notas sobre la transformación que experimentó el edificio de esta parroquia, sirviéndome de lo expuesto por Francisco Abbad Ríos (Catálogo Monumental de España. Zaragoza,I, p. 276. CSIC. Madrid 19579); de la Relación de las obras de arte en las iglesias de Belchite confeccionada en 1902 por el párroco don Felipe Ayala Gil y, finalmente, de unas inscripciones que encontró, en los restos de la bóveda de esta iglesia, Fernando Salas Navarro.

La parroquia de San Martín, de estilo gótico mudéjar, empezó a construirse, probablemente, en el siglo XIV. Tenía una nave con ábside poligonal, con bóveda de crucería sencilla de arcos de medio punto, con robustos contrafuertes y ventanas con arco de medio punto. En el siglo XVI experimentó una profunda transformación ya que se convirtió en una iglesia de tres naves (aunque, en realidad, en el lado del Evangelio no fue posible el ensanche por falta de espacio y la segunda nave quedó reducida a las capillas) construyéndose una nueva bóveda de crucería y elevándose a la altura de ésta, por el exterior, la clásica galería de arquillos. En el siglo XVII se levantó una capilla de planta cuadrangular, cubierta con una cúpula circular sobre pechinas y rematada en una linterna. Su estilo era marcadamente barroco. Con el tiempo, se la conoció como la capilla del sagrario.

Según el párroco, no puede señalarse con seguridad la época de construcción de este templo que debió hacerse en diversos periodos, según demuestra la desigualdad de su espesor y formas de sus muros y pilastras, siendo la parte más antigua la que va desde el presbiterio hasta los púlpitos. Según se creía, la bóveda por la ojiva apuntalada de sus arcos, fajas dóricas e impostas de las pilastras que la sostiene correspondía al siglo XIV. El retablo mayor se construyó en 1550.

Las inscripciones señaladas arriba demuestran que las obras principales se realizaron en el siglo XVI, concretamente en 1548: “acabose la presente obra añyo de 1548 a XVI de janero el crucero principal cuatro capillas [ ……] en todos los otros cruceros y lebar las [……] de dicha obra y [sacr]ystia fuera jeronimo […….]
Magnifico jeronimo ollaza alcayde de belchite […………] y ma[e]sse pascual descuez […………] monseñor [¿] martin […………………..]

JULIO MARTÍN BLASCO

martes, 10 de noviembre de 2009

"LAS PARROQUIAS DE BELCHITE"


“LAS PARROQUIAS DE BELCHITE”

Francisco Abbad Ríos (Catálogo Monumental de España. Zaragoza I, p. 275. CSIC. Madrid 1957) dice que Belchite tuvo tres parroquias que, con el tiempo, se redujeron a una. Pero tal afirmación ( como algunas otras de este autor) no es verdadera ya que no se conoce documento en que pueda apoyarse.

Sin embargo, sí podría afirmarse que la parroquia de Belchite, a lo largo de su historia, estuvo establecida en tres lugares distintos como fueron la iglesia de San Salvador, la de San Martín y, provisionalmente, la del convento de San Agustín, después de la guerra civil de 1936-1939, hasta su traslado al pueblo nuevo en 1954. Se utilizó solamente la parte de la iglesia hasta ek crucero que quedó separado por un tabique.

La iglesia de San Martín fue, como parroquia, la más importante y representativa de Belchite.

La de San Agustín había sido reconstruida en 1890, siendo párroco don Felipe Ayala Gil, quien enumera las obras que se realizaron: se levantaron casi en su mitad los muros torales, se puso el tejado con su correspondiente maderaje, se hizo la bóveda de la nave y capillas, sacristía y parte del claustro, se cubrió la acequia que atraviesa todo el crucero, se puso pavimentos de madera, altar mayor y puertas. Esta iglesia era considerada por el párroco como parroquia filial (sin pila) y la de San Martín como parroquia matriz.

En la plazuela de San Salvador del pueblo viejo de Belchite se ven los restos de una antigua iglesia, de la que sólo queda en pie la portada. Estuvo dedicada al Salvador del Mundo. También se veían restos de una torre. En tiempos remotos pasó a ser propiedad particular de varios vecinos. Se cree que fue primero mezquita y después la primera parroquia que tuvo Belchite.

El arzobispo de Zaragoza don Juan Saenz de Buruaga(1768-1777) en su visita pastoral de 1776, autorizó que siguieran celebrándose en ella las misas que había fundadas.

En 1676 se estableció en esta iglesia la cofradía de San Valero. En tiempos del párroco don Felipe Ayala Gil (1877-1913) sólo quedaba de esta iglesia el altar y una reliquia de San Valero, que se había traído a esta villa en 1678 desde Roa, según testimonio notarial que figuraba en el Libro de dicha cofradía; otro altar con una imagen costeado por la misma. Todo se guardaba en la iglesia parroquial, junto con la imagen del Salvador del Mundo, tallada por delante, sosteniendo en sus manos la hostia y el cáliz. Anteriormente estuvo al cuidado de un vecino hasta que por su antigüedad y valor se consideró más conveniente llevarla a la parroquia.

JULIO MARTÍN BLASCO

sábado, 7 de noviembre de 2009

SAN ALIPIO


SAN ALIPIO.- IGLESIA DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN
(BELCHITE)


En la documentación que se conserva sobre la construcción de la iglesia del convento de San Agustín se cita el acuerdo entre los religiosos y el maestro albañil Juan Faure para la terminación de la iglesia, sin que haya constancia de cuando empezó la primera fase.

La reunión se celebró el 3 de junio de 1687. Estuvo presente el notario José Nicolás Abella y asistieron el prior fray José Mallorga y diez frailes. En el punto 15 se trata de la cúpula o “media naranja” y se dice que: “... en los carquañones [pechinas] se harán 4 tarjones de medio relieve para poner en ellos los santos que quisiere el Padre Prior y la Comunidad”

Estos santos fueron San Alipio, San Fulgencio de Ruspe, San Patricio y San Simpliciano. Ignoramos el motivo por el que figura San Patricio en lugar de San Posidio, obispo norteafricano, discípulo y amigo de San Agustín. Algunos autores afirman que éste tuvo un hermano llamado Patricio, pero no está confirmado este dato. San Patricio no es considerado como santo agustino.

SAN ALIPIO nació en Tagaste (Argelia). Íntimo amigo de San Agustín. Ambos “compartieron los errores de su juventud, la conversión, la vida religiosa y las fatigas del apostolado”. Agustín le llama hermano de mi corazón. Estudió derecho en Roma. San Agustín lo describe como persona de índole religiosa, de gran honradez e imparcialidad por su amor a la justicia. Viajó a Oriente donde trató con San Jerónimo. Fue nombrado obispo de su ciudad natal en 394 (antes que San Agustín).

lunes, 26 de octubre de 2009

HIMNO A LA VIRGEN DEL PUEYO DE BELCHITE


HIMNO A LA VIRGEN DEL PUEYO DE BELCHITE

Virgen Santa,
socorro del que llora,
madre mía, que en Belchite
has querido Reina ser.
Para siempre, para siempre,
te aclama el alma mía
por tu honor, por tu gloria
y tu poder.

Gloria, gloria a la Virgen,
flor de las flores,
Reina del cielo,
Madre de amores.
Los belchitanos tus hijos son.
dadnos, dadnos, oh Madre
tu bendición (bis).

Flor nazarena, madre querida,
luz de mi vida, sol de mi amor,
de tu Belchite eres la gloria,
de nuestra historia
sois el honor (bis)

LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL PUEYO DE BELCHITE



“ La Virgen está de pie, o derecha, sobre un pequeño pedestal y mide noventa centímetros desde éste hasta la altura de la cabeza; su ropaje lo forma una larga túnica desde el cuello hasta los pies, ceñida por la cintura, y pende de sus hombros un sencillo manto, que se recoge por debajo de los brazos. Sobre la cabeza lleva una toca o velo pintado de blanco, que recogido a ambos lados, deja ver el expresivo rostro de tan cariñosa Madre el cual aparece todavía más hermoso y agraciado con la diadema, que lleva sobre el velo, terminando con unos florones, como hojas puntiagudas, que vienen a constituir una corona de las llamadas abiertas. Ésta lo mismo que la túnica y manto están dorados, aunque desmayados y borrosos por la acción del tiempo.

El rostro de la Virgen no es negro, como el de algunas imágenes, en que parece se ha querido copiar al pie de la letra lo del Cantar de los Cantares “Negra sum, sed fermosa…” es del color natural y tan hermoso, que sonrie con una expresión mezclada de dulzura y majestad, que nos demuestra el afecto natural de la que representa. En la mano derecha, que es sin duda la parte de la Imagen peor ejecutada, lleva un objeto, que vulgarmente se cree que es una granada, y como tal se ve pintada en cuadros antiguos; pero observado atentamente, parece más propio ser una flor de tulipán por el color y forma de lo que indican sus hojas. Con la mano izquierda sostiene al divino Niño, vestido con túnica azul; tiene éste la mano derecha en actitud de bendecir; la izquierda ocupada con un libro cerrado y los pies desnudos sobre el regazo materno, como se ve en algunas imágenes atribuidas a San Lucas. Finalmente, los pies de la Virgen están calzados con zapatos de forma natural o redonda”. (Joaquín Pintaned Teresa y Emilio Alloza Canfranc. Apuntes Históricos de Nuestra Señora del Pueyo de Belchite. Zaragoza, 1989)

El 17 de agosto de 1985, aprovechando la falta de vigilancia en el Santuario durante las noches, se supone que varios individuos forzaron las cerraduras y robaron la imagen de la Virgen. Desde entonces una copia de la antigua imagen recibe el culto de los fieles que se acercan al Santuario del Pueyo en Belchite.

JULIO MARTÍN BLASCO

sábado, 24 de octubre de 2009

EL TRIPTICO DEL SEMINARIO DE BELCHITE



FRANCISCO ABBAD RÍOS en su obra Catálogo Monumental de España (Zaragoza I. CSIC. Madrid 1957, pág. 278) dice que en el Seminario de Belchite existía un tríptico con escenas de la Epifanía, de la Huida a Egipto y de la Natividad que, según Frieslander, fue hecho por el llamado Maestro Morrisson y remite a la obra de POST A Hystory of Spanish Painting, vol. IV, parte I, pág. 30.

Según Didier Martens (Una huella de Rogier Van Der Weyden en la obra de Bernart de Aras “Pintor vecino de la ciudad de Huesca”) en el Seminario de Belchite (Zaragoza) se conservaba, antes de la Guerra Civil, un retablo con puertas del maestro del tríptico Morrison que, junto con otras pinturas, debía remontarse a los años 1510-1530.

Por un informe del párroco de Belchite, don Felipe Ayala Gil, enviado al arzobispado de Zaragoza en 1902, sabemos que el tríptico medía un metro de altura por ochenta centímetros de ancho [a la vista de la fotografía, deben tomarse estas medidas estando cerrado]. Después de describir las escenas representadas, añade que estaba muy bien conservado y las figuras primorosamente ejecutadas, creyéndose era obra del siglo XVI. En cuanto a su valor material, dice que había sido muy buscado por los anticuarios y que el Sr. Rector del Seminario [don Roberto Solanas] conservaban cartas de alguno de ellos ofreciéndole 5.000 ptas. pero los prelados no habían autorizado su enajenación. No menciona al autor.

También señalaba que en la sacristía de la iglesia del Seminario existía una tabla antigua representando la Asunción de Nuestra Señora pero que su ejecución no podía compararse con la del tríptico.

Don Juan Gasca Saló, que fue párroco de Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza, nos comentaba que el tríptico de la adoración de los Magos, de los pastores y de la huida a Egipto, lo pudo ver y admirar detenidamente muchísimas veces por estar en la entrada de la rectoral y que siempre los estudiantes se quedaban viéndolo porque llenaba muy bien el espacio de la pared.

sábado, 17 de octubre de 2009

El BREVE PONTIFICIO






Ofrecemos una reproducción del Breve de Pío VI para normalizar la situación de Guatemala por la sucesión del arzobispo Cortés y Larraz.

EN DEFENSA DEL ARZOBISPO CORTÉS Y LARRAZ

Don Pedro Cortés envía al Rey su renuncia a la diócesis de Guatemala (31 agosto 1769)

Carlos III comunica al arzobispo Cortés y Larraz que no le acepta la renuncia (5 julio 1770)

Terremoto que destruyó la capital de Guatemala (29 julio 1773)

Se comunica al arzobispo Cortés y Larraz que el Rey ha aceptado la renuncia presentada el 31 de agosto de 1769 (25 septiembre 1777)

Don Cayetano Francos y Monroy es nombrado nuevo arzobispo de Guatemala (26 noviembre 1777)

Reclamación presentada por Cortés y Larraz (4 marzo 1778)

Don Pedro Cortés es obligado a abandonar Guatemala (30 septiembre 1779)

El nuevo arzobispo don Cayetano Francos y Monroy hace su entrada en la nueva capital (7 octubre 1779)

El Papa firma las Bulas nombrando a don Pedro Cortés, arzobispo de Guatemala, para el obispado de Tortosa(13 diciembre 1779)

Las Bulas con el nombramiento de don Cayetano Francos y Monroy se habían extendido considerando que la vacante de Guatemala se había producido por renuncia de su titular (“per renuntiationem factam in manibus nostris”). Pero en realidad, la vacante se produjo (el 13 de diciembre de 1779) por traslado de su titular a Tortosa. Por tanto, se dieron dos situaciones contrarias y, como consecuencia, se obligó a don Pedro Cortés a salir de Guatemala en una fecha en la que todavía era su titular. Y el sucesor tomó posesión de la diócesis de Guatemala antes de quedar vacante.

Por este motivo fue necesario solicitar al Papa la concesión de un Breve Sanatorio, concedido el 28 de diciembre de 1780 y remitido al arzobispo Francos y Monroy (25 marzo 1781) “con especial encargo de que no lo hiciese notorio”. Hasta el 21 de octubre de 1783 no se autorizó su publicación en Guatemala.

Encontrándose don Pedro Cortés en Tortosa recibió, procedentes de Guatemala, copias del Breve Sanatorio y de la Carta Pastoral con que su sucesor lo presentaba a sus diocesanos. Estimando que en dichos documentos no era tratada su persona con la consideración que merecía y que los hechos no se ajustaban a la realidad, solicitó al Rey autorización para escribir en su defensa, en carta de 5 de mayo de 1785. Recibida la autorización el 15 de febrero de 1786, envío desde Zaragoza (donde residía después de su renuncia a Tortosa) el documento que tituló así: “Apología de la Verdad y Justicia vulneradas notablemente y desfiguradas en un papel impreso en la Ciudad de Guatemala a 2 de Abril de1784 bajo la firma Cayetano Arzobispo de Guatemala. La hace el Ilmo. Sr. Dn. Pedro Cortés y Larraz, Arzobispo Obispo de Tortosa”.

Cerró el documento con estas palabras: “Esta es la que apetezco y me ha alentado a tomar este trabajo inoportuno, según las circunstancias en que me veo, postrado en una cama, y esperando la última hora. Hágase la voluntad santísima de Dios con fidelidad, y en todo, así en la tierra como en el cielo. Amen. Zaragoza a 15 de Junio de 1786. Pedro Arzobispo Obispo de Tortosa”.

Don Pedro Cortés y Larraz falleció el 7 de julio de 1786.

En el Breve Pontificio se lee que se informó al Papa que “las Bulas Apostolicas por las que fuisteis instiruido Arzobispo de Guatemala [se refiere al sucesor] fueron aquí despachadas por nosotros en tiempo que costa haber faltado el consentimiento de dimision o renuncia de el Arzobispado de vuestro Antecesor Pedro… y aunque sucediese todo esto sin dolo de persona alguna, por error puramente inculpable y de buena fe…”. Y más adelante, al referirse a la actuación del arzobispo Cortés y Larraz en su defensa: “… ya por haber todos ignorado aquel error, de que procedía la nulidad, ya por haberos recibido con buena fee por su legitimo Prelado…”.

Extremos que difícilmente se pueden sostener si se consultan los datos de la actuación de la Audiencia de Guatemala, que actuó como juez y parte en su enfrentamiento con el arzobispo Cortés y Larraz (Archivo General de Indias. Sección V, Audiencia de Guatemala. Legajo 939) . Y en cuanto a la recepción que tuvo el nuevo Arzobispo, éste manifestaba al Rey, en carta de 6 enero 1781, que todas sus ovejas (a excepción de los Ministros del Rey) le recibieron con positiva repugnancia, con mala voluntad y con odio formal. Y cita la actuación de la plebe, de la nobleza y del clero. Nombra a las personas que le apoyaron: ministros del Supremo Tribunal, Regente, Presidente y tres canónigos. “De ninguno otro he hecho confianza, ni merecido auxilio o protección".

lunes, 5 de octubre de 2009

LA TORRE DE LA IGLESIA DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN (PUEBLO VIEJO DE BELCHITE)



LA TORRE DE LA IGLESIA DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN
( PUEBLO VIEJO DE BELCHITE)

¡Viva Belchite que tiene
Cuatro torres y un Calvario
Y a la orillita del río
Un hermoso Seminario!


A diferencia de lo que sucede con las otras torres, la del convento de San Agustín cuenta con documentación sobre las condiciones de la misma y tiempo de su construcción. Se trata de un documento notarial, fechado en 25 de octubre de 1711, en el que intervinieron (ante Pedro Antonio Aznar) la comunidad del convento de San Agustín y el maestro de obras Juan Faure. A lo largo de 15 puntos se señalan las características, medidas de las obras, gruesos de las paredes y se describen las distintas partes de la torre (cuya cimentación ya estaba hecha), fachada, pórtico y coro de la iglesia, todo según un diseño (que no aparece en la documentación), por el precio de seiscientas cincuenta libras jaquesas.

“Es condición que aya de hazer el zocano de la torre de piedra labrada con los resaltes de las pilastras que llegan hasta el primer cuerpo hasta 8 palmos en alto, y sobre el zocano asentar la vasa anticurva, assi mesmo trabajada de piedra en la forma que señala el perfil.”

Destacan en el primer cuerpo los dibujos geométricos. Un detalle: “El miembro ultimo de la Cornisa sera de piedra mui bien labrada por toda la circunferencia de la torre con un poquito de pendiente para que arroje fuera las aguas”

Pasa a describir el segundo cuerpo, según el perfil, señalando las partes que irán construidas con ladrillo y las que serán de piedra. Aquí se emplea el ladrillo aplantillado o amoldado para conseguir formas redondeadas.

En el tercer cuerpo destacan las ocho columnas, el banquillo y las ocho pirámides de piedra que rematan sobre las pilastras o columnas. Sobre el capitel irá asentada la cruz con su veleta y bola.

“El convento de San Agustín de Belchite (Zaragoza) Datos para su historia (1594-1994). Pág. 59. JULIO MARTÍN BLASCO Y MANUEL BARRUECO SALVADOR (OSA).

JULIO MARTÍN BLASCO

lunes, 28 de septiembre de 2009

EL CÁLIZ DEL ARZOBISPO DON PEDRO CORTÉS Y LARRAZ


EL CÁLIZ DEL ARZOBISPO DON PEDRO CORTÉS Y LARRAZ

EL CÁLIZ DEL ARZOBISPO DON PEDRO CORTÉS Y LARRAZ


Entre las alhajas que contaba la parroquia de Belchite, parece digno de especial mención el hermoso cáliz que ocupa el centro de la fotografía, así como las vinajeras, platillo y campanilla, donado todo ello por el arzobispo de Guatemala (y después arzobispo-obispo de Tortosa) natural de esta villa, según indica su sello de armas, grabado en dicho platillo. Todas estas piezas eran doradas, de plata repujada y construidas en América en el siglo XVIII. No había patena [seguramente habría desaparecido]. El cáliz se utilizaba como base de una custodia colocando en la copa el viril también de plata sobredorada, adornado de piedras verdes.

Todo desapareció como consecuencia de la guerra civil de 1936-1939

(Archivo Diocesano de Zaragoza. Relación de las obras de arte de la parroquia de Belchite enviada por el párroco don Felipe Ayala Gil el 15 de noviembre de 1902)

jueves, 24 de septiembre de 2009

LA TORRE DE LA ANTIGUA ERMITA DEL PUEYO (BELCHITE)





LA TORRE DE LA ANTIGUA ERMITA DEL PUEYO (BELCHITE)

¡Viva Belchite que tiene
Cuatro torres y un Calvario
Y a la orillita del río
Un hermoso Seminario!

Cuando se visita por primera vez el santuario de Nuestra Señora del Pueyo en Belchite, llama la atención el lugar donde se encuentra la torre y la altura de ésta en comparación con las cúpulas de la iglesia principal. Pronto se desvanece el enigma cuando se averigua que la torre pertenece a la primitiva ermita cuyos restos pueden contemplarse y que la iglesia principal se inauguró en 1725.

Posiblemente la Cofradía religioso-militar, fundada en 1122, estuvo asentada en el Pueyo y desde aquí partían sus operaciones en defensa de la frontera. Su carácter religioso (mitad monjes, mitad soldados) promovería e impulsaría el culto a Nuestra Señora del Pueyo. Así lo afirma Victor Azagra Murillo (Guía para visitar santuarios marianos en Aragón) pero sin citar fuentes documentales.

No conocemos datos documentados sobre la primitiva ermita y torre. Sabemos que el llamado políptico de Belchite se construyó en 1439 para colocar en él la imagen de la Virgen en la antigua ermita.

Si observamos la torre, podemos comprobar que es toda de ladrillo cara vista, asentada sobre una base de piedra labrada; que está formada por un cuerpo cuadrangular al que le sigue otro octogonal y que termina en un capitel con su veleta. A su vez el primer cuerpo está dividido al exterior en tres partes: las dos primeras rematadas por series de tres arquillos ciegos con líneas de adorno (en el interior está alojada la escalera de tramos desiguales) y la tercera, con arcos mayores. En el que mira hacia el pueblo, está colocada la campana.

El otro cuerpo octogonal tiene arcos de buen tamaño enmarcados y con una línea de adorno que los separa de unas pequeñas aberturas junto al capitel.

En resumen podemos decir que es de estilo mudéjar y, aproximadamente, construida en el siglo XIV. Y que, desde hace años, está necesitada de una generosa restauración.

JULIO MARTÍN BLASCO

miércoles, 23 de septiembre de 2009

ESCUDOS DEL PUEBLO VIEJO DE BELCHITE


Convento de San Rafael. MM.Dominicas
Parroquia de San Martín

Ayuntamiento


Convento de San Agustín


Santuario Ntra. Sra. del Pueyo



ESCUDOS DEL PUEBLO VIEJO DE BELCHITE

Si iniciamos el recorrido del pueblo viejo de Belchite por la Puerta del Pozo, pronto llegaremos al convento de San Rafael de las Madres Dominicas. En la fachada de su iglesia figuraba el escudo (realizado en piedra) del obispo don Gregorio Galindo, su fundador. Fue trasladado al nuevo convento y colocado en la fachada de su iglesia en 1950, año de su inauguración.

Iglesia parroquial de san Martín de Tours. La fachada corresponde a la última remodelación que experimentó este templo en el siglo XVII. En ella se puso el escudo de la Villa esculpido en piedra caliza. Con buen criterio fue llevado al pueblo nuevo e instalado en la fuente del parque de la Victoria.

Otro escudo de Belchite podía verse en el edificio del Ayuntamiento situado en la plaza Nueva, inaugurado hacia 1929. Está realizado artísticamente en piedra de alabastro, destacando sus adornos. Fue retirado del edificio y estaba perdido en un almacén hasta que fue localizado por Manuel Alfonso Muniesa y, de acuerdo con el párroco don Mario Gállego Bercero, fue colocado en el presbiterio de la parroquia del pueblo nuevo.

Convento de san Agustín. En la fachada de la iglesia del convento de san Agustín todavía campea el escudo de la Orden. En él se ve un corazón atravesado por dos flechas y los atributos de san Agustín como obispo. Es el único que permanece en su primitivo emplazamiento. En 1687 comenzaron las obras de terminación del templo y, por entonces, sería colocado.

En la capilla de san Antón, sobre la entrada de la izquierda, había un pequeño escudo. Fue arrancado ignorando quién fuera el autor de tal acto. Por esto no podemos dar más noticias.

En la calle Mayor, cerca del Café Sevilla y, posiblemente a la altura de la alpargatería de Briz, había un escudo heráldico cuyo detalle puede verse en EL VIEJO BELCHITE. Jaime Cinca Yago. Guillermo Allanegui Burriel. Angel P. Archilla Navarro. Zaragoza 2008, pág. 80.

Santuario de Nuestra Señora del Pueyo. Para cerrar este artículo, vamos a referirnos a dos escudos de Belchite que se encuentran en el interior del templo del Pueyo. Uno, en el coro y otro en la parte superior del retablo mayor. Cuando las entidades civiles ayudaban económicamente a la Iglesia en sus obras, ésta correspondía otorgándoles ciertas prebendas o privilegios como eran el derecho de presentación, el poder ocupar en los templos lugares especiales, o figurar allí sus escudos y otros.

JULIO MARTÍN BLASCO

viernes, 11 de septiembre de 2009

LA TORRE DE LA ANTIGUA PARROQUIA DE SAN MARTÍN DE BELCHITE





LA TORRE DE LA ANTIGUA PARROQUIA DE SAN MARTÍN DE BELCHITE

¡ Viva Belchite que tiene
Cuatro torres y un Calvario
Y a la orillita del río
Un hermoso Seminario!


La antigua parroquia de San Martín del Pueblo Viejo de Belchite es, sin duda alguna, el edificio más representativo de la población, por su antigüedad (siglo XIV), por su estilo arquitectónico (gótico mudéjar) y por los materiales empleados en su construcción (piedra y ladrillo). La torre tiene planta cuadrangular, toda de las mismas medidas, con machón macizo en el centro. Entre éste y los muros de la torre, están situadas las escaleras, bajo una bóveda formada por la aproximación de ladrillos. El machón macizo y la bóveda demuestran la antigüedad de la torre. Esta parte interior está bien conservada y es difícil su visita por el público por la altura de la entrada.

La torre, sobre una base de piedra sillar y el resto de ladrillo, está dividida en tres pisos. El primero no tiene decoración y estaba tapado por un edificio que era prolongación de la casa parroquial. El segundo aparece con abundante ornamentación mudéjar, toda ella destrozada por la metralla que recibió durante la guerra de 1936-1939 ( en la que sirvió de observatorio y puesto de vigilancia). En el tercero se encontraban las campanas, dos bajo un arco doble, que daba a la fachada principal de la iglesia, y la tercera en un lateral.

El capitel, también de ladrillo, es de forma piramidal y necesitó obras de reforzamiento en su interior.

JULIO MARTÍN BLASCO

martes, 8 de septiembre de 2009

EL PORTAPAZ DE LA ANTIGUA PARROQUIA DE BELCHITE


EL PORTAPAZ DE LA ANTIGUA PARROQUIA DE BELCHITE

Entre las obras de arte que reunía la antigua parroquia de Belchite ( y que conocemos gracias a una relación del párroco don Felipe Ayala Gil de fecha 15 de noviembre de 1902), se cita un portapaz.

El portapaz es un objeto litúrgico en forma de lámina de metal, madera y otros materiales, con una escena religiosa, que se daba a besar a los fieles en las misas solemnes al recibir la paz. Algunos de ellos eran verdaderas obras de arte. Cayeron en desuso al dejar de darse la paz en las misas.

El portapaz de la parroquia de Belchite era de plata, dorado, con un gran esmalte de nueve centímetros de alto y seis de ancho, de muy buena calidad, con dos columnitas a los lados y diversos adornos. En la parte superior, de forma triangular, había un busto del Padre Eterno. El esmalte representaba a la Virgen María al pie de la cruz, teniendo en sus brazos a su Hijo y, a los lados, a San Juan Evangelista y a Santa María Magdalena. En la parte izquierda tenía algún desperfecto. Por detrás, encima del asa, había una marca "G MATA".

El portapaz viene citado en los tratados de arte. María Luisa Martín Ansón (Esmaltes de España. Editora Nacional, Madrid 1984, p.148) dice que fue realizado en la segunda mitad del siglo XVI y que llevaba la representación de una Dolorosa y el punzón de Jerónimo de la Mata. Este artista de origen bilbilitano, se hallaba instalado en Zaragoza desde 1539 hasta su muerte en 1572. Entre sus obras destacan también los bustos-relicarios, las cruces procesionales y las custodias.

JULIO MARTÍN BLASCO

viernes, 4 de septiembre de 2009

LA NOCHE DE LAS ÁNIMAS (Cuento)

LA NOCHE DE LAS ÁNIMAS
(Cuento)

En tiempos pasados, al caer la noche que precede al día dos de noviembre se paralizaba la vida en los pueblos. Cerraban cafés, tabernas y otros lugares de diversión y los vecinos se recogían en sus casas para rezar por sus difuntos y en su recuerdo encendían lamparillas que, parpadeando, iluminaban la estancia. Fuera, todo era silencio, quietud y soledad. Había llegado la llamada “noche de las Ánimas”.

Pero no todos participaban en esta conmemoración y, así, nuestro protagonista, un acomodado labrador, hacía gala de su incredulidad y se burlaba de los demás. Había prometido a sus compañeros que saldría de casa aquella noche.

Efectivamente, así lo hizo y al llegar a la salida del pueblo vio a lo lejos, sobre un camino que descendían hacia el río, unas luces que se movían lentamente. Llevado por la curiosidad, apresuró el paso, cruzó el puente y se detuvo cerca del camino conteniendo la respiración.

Poco tiempo después pasaba la comitiva formada por unos extraños seres, envueltos en amplias túnicas blancas, que llevaban una luz en sus manos. Sin embargo, observó con extrañeza, que el último carecía de ella e iba a oscuras.

Al pasar por delante, reconoció en aquella figura a su padre. Y al preguntarle por qué iba así, le contestó que la culpa era de su hijo que no le había encendido ninguna luz ni le había honrado con sus rezos.

Impresionado por aquella visión y por aquellas palabras, volvió a su casa y cambió de conducta en los años sucesivos.

Y cuentan las historias que en aquel lugar se construyó una capilla conocida por el nombre de “ermita de las Ánimas”. Años más tarde, cuando cambió de nombre por haberse entronizado en ella una imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, se colocó a los pies de su trono un relieve del purgatorio con las benditas almas, en recuerdo de que antes se había llamado “la ermita de las Ánimas.”

Colofón. Este cuento (que oí a mi madre en mi infancia y que he narrado a mi manera) termina recordando un hecho real que sucedió en Belchite, en el año1704.

JULIO MARTÍN BLASCO
Badajoz, junio de 2009

Programa de Fiestas de Belchite. Setiembre 2009

LA VIRGEN DE LA CAMA

LA VIRGEN DE LA CAMA


Hace ya años, en la antigua parroquia del pueblo viejo de Belchite, se celebraba con toda solemnidad la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, el 15 de agosto. Se guardaba en el pueblo una imagen yacente, conocida con el nombre de la “ Virgen de la Cama”, en la que destacaba su hermosa cabellera.

La imagen había sido traída desde Guatemala por su arzobispo don Pedro Cortés y Larraz y donada a su familia de Belchite. Se guardaba en la casa de doña Nicolasa Cortés Lalaguna, situada en la plaza Nueva, junto al callizo Ancho. Cada año, el 15 de agosto, era llevada solemnemente a la parroquia acompañada de los fieles. Allí se celebraba la misa en honor de la Virgen y eran ensalzadas sus virtudes en el sermón correspondiente.

Terminado el día, la imagen permanecía en la parroquia durante la octava recibiendo el culto de sus hijos. Pasado el tiempo, era devuelta, con la misma solemnidad, al lugar de procedencia de la plaza Nueva. Allí estaba cuando estalló la guerra civil de 1936-1939 y durante el asedio que sufrió Belchite.

Reconquistado el pueblo, Pilar [Pilarín] Cortés Galindo, me contó que ella misma fue a casa de su tía Nicolasa para comprobar cómo había quedado. En ella había caído una bomba y se notaba claramente sus efectos, pero de la imagen de la Virgen no quedaba rastro alguno.

Hace poco tiempo me he enterado que de nuevo se celebra en la parroquia de Belchite la fiesta de Nuestra Señora de la Cama el 15 de agosto. Nos alegramos de ello.

JULIO MARTÍN BLASCO

jueves, 30 de julio de 2009

EL POLÍPTICO DE BELCHITE ( Año 1439)




EL POLÍPTICO DE BELCHITE (año 1439)

En la Exposición Hispanofrancesa de Zaragoza (1808-1809) según Elías Tormo y Monzó destacaron cuatro pinturas en tablas que, reunidas por primera vez en Zaragoza, ofrecían casi resuelto el “enigma” de cómo se pintaba en Aragón en el siglo XV. Una de ellas, el políptico de Belchite, es presentada “como una de las obras capitales de la Exposición”.

Joaquín Pintaned Teresa (Id. Apuntes históricos… Pueyo de Belchite) escribía en 1898: “Tiene este retablo en su centro un pequeño dosel con adornos góticos dorados, bajo el cual se colocaba la Santa Imagen [de Ntra. Sra. del Pueyo] y a los lados dos puertas que se cierran, viéndose en su interior pintados algunos misterios de la vida de la Santísima Virgen y los retratos de los donantes… devotos belchitanos a juzgar por el apellido…” También hace referencia a la inscripción que figuraba en la parte exterior de las dos puertezuelas, aunque no la transcribe literalmente. Según don Felipe Ayala Gil, párroco de Belchite, y Emile Bertaux decía así:

Este retaulo han fecho facer
los hondrados Pascual Bernat y Pedro Bernat
a onor e reverencya de Sancta Marya
anno de MCCCCXXXXVIIII

En cuanto al autor, Elías Tormo sospecha el rastro personal de Dello di Nicollo, pero rechaza esta suposición ya que este artista parece que murió en 1431. Bertaux dice que los donantes están arrodillados y vestidos con armadura negra, ante un muro rojizo flanqueados de torreones y que los fondos de las escenas religiosas pintadas son dorados y adornados con estrellas. Sostiene que el tríptico de Belchite procede del mismo taller que el políptico de Argües…” José Gudiol cita entre las obras del Maestro de Lanaja. el también pintado en 1439 políptico de la Virgen de Belchite, destruido en 1936” y agrega que este artista podría ser identificado con Blasco de Grañén o, con menos probabilidad, con Pascual Ortoneda. Para Camón Aznar: el políptico de Belchite, fechado en 1439 y destruido por la revolución podría atribuirse a Pascual Ortoneda. Mª Carmen Lacarra sostiene que Blasco de Grañén pintó el desaparecido tríptico de Belchite. Sin embargo no descarta totalmente la intervención de Pascual Ortoneda.

El políptico se construyó para colocar en él la imagen de la Virgen del Pueyo en su antigua capilla, pero al trasladarla al nuevo santuario en 1725 dejó de tener esta aplicación. Entonces debió empezar la costumbre de instalar en él la imagen de la Virgen en la parroquia, ya que periódicamente era trasladada al pueblo y venerada allí durante algunos días. Así consta que sucedió en 1896:Cubrió el retablo y presbiterio de la parroquia con ricas colgaduras de damasco rojo, formó en el centro de éste un magnífico trono con el precioso tríptico del siglo XV […] en el cual colocó la Santa Imagen ricamente adornada…” (J. Pintaned Teresa).
La pintura se guardaba en el santuario del Pueyo. Seguramente allí estaría cuando fue ocupado por las tropas republicanas en setiembre de 1937. Ignoramos el destino de esta obra de arte.

JULIO MARTÍN BLASCO

domingo, 14 de junio de 2009

EL ARCO DE SAN RAMÓN


EL ARCO DE SAN RAMÓN
(Pueblo Viejo de Belchite)

Saliendo de la plaza Nueva por la calle del Señor y siguiendo por la de San Juan, llegaremos al arco de San Ramón. Allí empezaba la calle del mismo nombre. El arco de San Ramón (a diferencia de los de la Villa, San Roque y San Miguel que servían de entrada en el pueblo) estaba situado en el interior de la población. Sobre él se levantaba la capilla dedicada a este Santo y, justamente pasado el arco, que señalaba un suave descenso de la calle, había un ensanche que se conocía como plaza de San Ramón y anteriormente, en el siglo XVIII, se llamaba Plazuela del Obispo. Allí estuvo situada la casa natal del arzobispo don Pedro Cortés y Larraz.

La capilla de San Ramón formaba parte de la casa y pertenecía a ella. Con el tiempo pasó al matrimonio formado por Fernando Cortés Pérez (nacido en Belchite en 1834 y descendiente de la familia del Arzobispo) y Liboria Casajús Garcés. Su hija, Mª Ángeles, guardaba aquí un cuadro de San Ramón y una casulla verde que utilizaba don Pedro cuando celebraba misa en la capilla.

Antes de la guerra civil de 1936-1939, estuvo instalado en esta casa el cuartel de la Guardia Civil mientras se construía el de la carretera de Cariñena, a la salida del pueblo por la plaza Goya, que todavía sirve de vivienda.

Sobre el tejadillo de la pequeña cúpula con que remataba la capilla del Santo, había una veleta, trabajada en hierro forjado, que representaba a un muchacho disparando una escopetilla. Al girar movida por el viento producía un chirrido que, por las noches, servía de inoportuno y molesto despertador para los vecinos que, resignados, habían bautizado al impertérrito cazador con el apodo de “El Chirri”.

JULIO MARTÍN BLASCO

jueves, 30 de abril de 2009

CONGREGACIÓN Y SEMINARIO DE SACERDOTES SECULARES MISIONISTAS DE LA VIRGEN SANTÍSIMA DE DESAMPARADOS DE BELCHITE (ZARAGOZA)


En la historia del Seminario de Belchite podemos distinguir tres etapas claramente diferenciadas. La primera se extiende desde 1721, año en que empezó a funcionar con carácter experimental, hasta su traslado a Zaragoza (después de 1737). La fundación tuvo lugar en 1726 por el arzobispo don Manuel Pérez de Araciel con el título de "Congregación y Seminario de Sacerdotes Seculares Misionistas de la Virgen Santísima de Desamparados" (como quiso se llamara su fundador) siguiendo el movimiento de renovación espiritual del clero impulsado por Francisco Ferrer. Como presidente del Seminario el prelado nombró a don Gregorio Galindo, párroco de Belchite, a quien también eligió como su obispo auxiliar.

Muerto el Arzobispo Pérez de Araciel, el Seminario de Belchite sufrió los ataques del Cabildo y de la Universidad de Zaragoza, pero fue protegido por su sucesor don Tomás Crespo de Agüero. Sin embargo, la marcha de don Gregorio Galindo a la diócesis de Lérida (1736) ocasionó dificultades en el funcionamiento del Centro de Belchite y el prelado dispuso su traslado al Seminario Sacerdotal de San Carlos, fundado en Zaragoza en 1737. A esta primera etapa se refiere el libro "Congregación y Seminario de Sacerdotes Seculares Misionistas de la Virgen Santísima de Desamparados" de Julio Martín Blasco (1991). También se ocupó de esta fundación Damián Iguacen Borau "El Venerable Francisco Ferrer y los Operarios Misionistas". Zaragoza, 1997.

Segunda etapa. De momento la Casa y Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados siguieron abiertas. Todavía hacia 1762 figuraba, como único Operario de Belchite, don Blas Nicolás Riverés. Con el tiempo, el edificio principal quedó abandonado después de sufrir los rigores de las guerras.

En 1797 el Capellán don Josef Cottens patrocinó la reimpresión de la antigua novena a Nuestra Señora de los Desamparados de la villa de Belchite.

La tercera etapa comienza en 1864 cuando el arzobispo García Gil, que encontró el edificio en ruinas debido al abandono y a las guerras, determinó su restauración y fundó el Seminario Menor de Zaragoza que abrió sus puertas en 1866. En 1877 quedó bajo la dirección de los dominicos hasta 1887.

El Rector don Roberto Solanas nos dejó, en 1898, una nueva edición de la novena a Nuestra señora de los Desamparados en la que recogió algunas noticias del Seminario.

Los Operarios Diocesanos se hicieron cargo de la dirección de este Centro en 1913. En 1937, en plena guerra civil, el edificio fue destruido y, después, el Seminario trasladado a Alcorisa (Teruel).

De esta tercera etapa trata el libro de Juan Gasca Saló "El Seminario de Belchite (1986).

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En 1937, en plena guerra civil, el edificio fue destruido y el Seminario trasladado a Alcorisa.
De esta segunda parte trata el libro de Juan Gasca Saló "EL SEMINARIO DE BELCHITE". (1986).

EL ARZOBISPO DE GUATEMALA DON PEDRO CORTÉS Y LARRAZ (Belchite 1712-Zaragoza 1786)

I N D I C E
PRESENTACIÓN (Próspero Penados del Barrio, Arzobispo de Guatemala
PRÓLOGO (Ramiro Ordóñez Jonama. Guatemala
CAPÍTULO PRIMERO. UNA VIDA AL SERVICIO DE LA IGLESIA
I. Infancia y primeros estudios
II. Estudios de Teología en Zaragoza
III. Recepción de las Órdenes Sagradas y primeros cargos
IV. De nuevo en Zaragoza
V. Nombramiento para Arzobispo de Guatemala
VI. El viaje hacia Guatemala
VII. Ordenación episcopal y entrada en Guatemala
VIII. Guatemala en el siglo XVIII
1. El Reino de Guatemala
2. La diócesis de Guatemala
IX. Visita pastoral. Preparativos
1. Primera etapa de la visita y sus consecuencias
2. Segunda etapa de la visita
3. Tercera etapa de la visita
X. El terremoto de 1773 y situaciones que ocasionó
XI. Don Pedro Cortés es obligado a abandona Guatemala
XII. Tortosa y Zaragoza
1. Últimos años y muerte
2. El sepulcro del Arzobispo Cortés y Larraz en el panteón del templo del Pilar de Zaragoza.
Notas
CAPÍTULO SEGUNDO. LABOR PASTORAL DEL ARZOBISPO CORTÉS Y LARRAZ EN GUATEMALA
Introducción
La visita pastoral de Cortés y Larraz
Los juicios y reflexiones manifestados por Cortés y Larraz
Una vida al servicio de la diócesis
CAPÍTULO TERCERO. DEFENSA DEL ARZOBISPO CORTÉS Y LARRAZ
I. INTRODUCCIÓN
Circunstancias políticas
La oposición del Arzobispo al traslado de la capital
Acusaciones e informes contra el Arzobispo
Consideraciones
Don Pedro Cortés es despojado del arzobispado de Guatemala
Actuaciones del nuevo Arzobispo contra su antecesor
Notas sobre el Breve Sanatorio
II. APOLOGIA DE LA VERDAD Y JUSTICIA VULNERADAS NOTABLEMENTE Y DESFIGURADAS EN UN PAPEL IMPRESO EN LA CIUDAD DE GUATEMALA A 2 DE ABRIL DE 1784 BAJO LA FIRMA CAYETANO ARZOBISPO DE GUATEMALA…
Advertencias preliminares
Falta de sinceridad y varios defectos que se advierten claramente en el escrito del Sr. D. Cayetano
Reflexiones sobre el Breve Pontificio
Notas
III. DISERTACIÓN TEOLÓGICA Y ADICIÓN
Notas
IV. TEXTO DE LA CARTA PASTORAL Y DEL BREVE PONTIFICIO
ANEXOS (Cinco)
EPÍLOGO
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA


EL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN DE BELCHITE (Zaragoza) Datos para su historia (1594-1994)


DON GREGORIO GALINDO. Párroco de Belchite (1711-1736), Obispo de Lérida (1736-1756). Apuntes para una biografía


En fin, pueden agradecer de nuevo en Belchite la comunidad cristiana con su párroco y la comunidad cívica con su Ayuntamiento esta nueva valiosa contribución de Julio Martín a su historia religiosa local. Y también puede unirse a esta gratitud cualquier cristiano interesado en la historia de nuestra diócesis en la que Belchite fue cabecera de uno de los cuatro Arciprestazgos históricos con Zaragoza, Daroca y Teruel. Pero sobre todo debemos manifestarnos agradecidos al autor los que desde la cátedra o el archivo intentamos completar la historia global de la Archidiócesis de Zaragoza [...]
De estas monografías imprescindibles para una historia diocesana total son ejemplo paradigmático las cuatro obras que Julio Martín ha dedicado a la historia religiosa de su Belchite natal. [Fragmento del prólogo]
TOMÁS DOMINGO PÉREZ
Canónigo Archivero de la S. I. M. de Zaragoza

EL PUEBLO VIEJO DE BELCHITE. Imágenes, notas históricas, noticias y evocaciones


Y desde sus rectas y amplias calles, en contraste con los 0bscuros callizos de laberíntico trazado de antes; y desde sus soleadas terrazas y espléndidos balcones y ventanas, en oposición a sus antiguos ventanucos, contemplarán, allí próximo, al esqueleto de su pueblo natal, cuyos agujeros y huecos negros, de tanta herida, semejarán las cuencas vacías de los ojos de infinitos cráneos. Mas a pesar de todo, los vecinos de esta generación no podrán nunca hacerse a la idea de que el Belchite viejo no exista y sea un cadáver. Lo verán siempre grave y serio, sí, y enlutado, pero alzándose paternal por encima del riente pueblo nuevo, su vástago... Porque en el pueblo nuevo estarán el Monumento a la Victoria, El Parque y la Avenida X; pero en la "casa solariega", en el "desván" [pueblo viejo], habrán quedado la "Calle del Emparrado", "El Chicul", la "Calle de las Monjas" y "La Puert del Pozo"
EMILIO OLIVER ORTIZ. "Emociones de un sitiado". Editorial AMALTEA. Barcelona, 1942