lunes, 26 de julio de 2010
RESEÑAS DE LIBROS RELACIONADOS CON BELCHITE
EMILIO OLIVER ORTIZ. Emociones de un sitiado (Belchite regina martyrum). Prólogo de Manuel Aznar. Editorial Amaltea, S. A. Barcelona. 272 pp.
Tengo en mis manos un libro que considero imprescindible para conocer la situación de Belchite en 1931 y años siguientes. Su autor, Emilio Oliver Ortiz, vivió en primera persona aquellos acontecimientos y nos dejó un relato fiel de los mismos: “Había un Centro Obrero Socialista… Pero vino el resultado de las elecciones de febrero del año 36… y el panorama cambio…” Y nos señala varios ejemplos de este cambio.
PRIMERA PARTE.- Estampas
Producido el alzamiento militar, Belchite quedó en la línea que separaba los dos bandos. “Durante el ataque aéreo y el avance de los camiones enemigos, han salido furtivos tiros de algunas ventanas, contra los defensores de la plaza que corrían por las calles a reforzar las entradas, identificados se los ha detenido …” Aquí puede estar la explicación de la represalia (sin duda excesiva, aun teniendo en cuenta que estaban en guerra) tomada contra algunos vecinos. El capítulo siguiente recoge la aplicación de la justicia en una impresionante narración.
Otros capítulos.
Las milicias voluntarias.- Desde el primer momento se formó un grupo de voluntarios importante para la defensa de la plaza.
Combates.- De todos los ataques el más peligroso fue el que sufrió los días 27 y 28 de diciembre de 1936, conocido entre la población como “el combate de la niebla”.
La Puerta del Pozo.- Era la entrada principal del pueblo junto a la carretera de Zaragoza, muy concurrida a la salida y llegada del autobús.
El Mojón del Lobo.- El enemigo ha hecho profundas excavaciones en el Mojón. Desde el pueblo se ven, a simple vista, cuatro amenazantes bocas abiertas en la peña.
SEGUNDA PARTE.- El sitio. Del 25 de agosto al 6 de setiembre de 1937.
Nos ofrece el autor un diario detallado del sitio al que se vio sometido el pueblo. Algunos ejemplos.
Viernes, 27 de agosto.- Anoche cayó en poder del enemigo la Puebla de Albortón y sus cañones disparan sobre el pueblo y sobre el santuario del Pueyo.
Miércoles, 1 de setiembre.- Sobre las cinco de la tarde aún viene la aviación roja en ayuda de los asaltantes. Hace una profusa siembra de bombas. Tres de ellas caen y explotan en la iglesia parroquial. Se hunden altares y llueven escombros sobre los lechos de los heridos.
Viernes, tres de setiembre.- En un trujal de una casa de la calle Mayor se llevan arrojados más de sesenta cadáveres y es todavía sepultura abierta que nos ofrece recibir cien más.
Sábado, cuatro de setiembre.- Por la tarde ya nuestros únicos puntos de apoyo son la Iglesia Parroquial y el Ayuntamiento y éstos son los blancos preferidos por el cañón enemigo.
Domingo, 5 de setiembre. En la noche del 5 al 6 de setiembre, después de haberlo intentado por varios lugares, un grupo de sitiados logra romper el cerco por el Arco de San Roque. Algunos cayeron en el intento pero otros lograron llegar a Zaragoza. El libro termina con unos capítulos complementarios, entre otros, Al comandante Santapau, y a Antonio García Marín.
JULIO MARTÍN BLASCO
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